Wanda
y Tana se marcharon. Después de aquella inesperada visita, yo estaba agotado.
Me fui a mi rincón, donde me sentía más protegido, y me eché a dormir.
Un
par de horas después, desperté renovado enérgicamente. Tenía ganas de jugar y
...
Curiosamente,
arropado por los brazos de ese ser desconocido, me sentí por un momento resguardado
y seguro. Lo que no sabía es que, cuando saliera de ...
Desde que nací,
me ha impresionado la vertiginosa celeridad con la que se han ido abriendo y
cerrado cada uno de los ciclos de mi
vida; apenas sin darme cuenta. Adquirido el dominio de uno, me precipitaba sin
remedio hacia ...